domingo, 5 de agosto de 2007

Dos Casi Cosas Importantes


Casi poema de amor

Tristes segundos fallidos que marca un reloj descompuesto por el tiempo. Tiempo de tu ausencia, cual intente llenarlo con manifestaciones (falsas) de buen criterio y de sonrisas imperecederas. Claro, solo a quien iría a influirle mis gestos ilusorios.
Pienso en ella. Si que lo ago, y es un problema. Un buen problema que ocupa mis sentidos y mi efímera memoria. Temo volverme dependiente de sus labios y después morir en un segundo al separarlos de los míos. Temo quererla mas de lo que me permite mi capacidad de sentir, me veo caducar al tenerla pegada a mi susurrándome un par de mentiras y unas cuantas verdades al oído. Pero que más da. Quiero perder la vida en un segundo aferrado a su pecho, curioseando en su mente, leyendo su alma. Quiero ganar la vida en otro segundo uniendo nuestros cuerpos, sincronizando los latidos, mojándome con su sudor puro y exquisito y nacer en un orgasmo que avisa la llegada del alba. Luego a la mañana darle sorbos de olvido para no sufrir entre las sabanas enfermas de traición



Poema de casi odio interno (oído interno)



Es inevitable mi odio intrínsico a la gente. Las ganas de exterminarlos o que me exterminen, para acabar con mi puta rivalidad creada por mi mente caótica y ansiosa.
No se si es su educación perversa y esquemática la que me enferma y hace mas ineludible el sentimiento mas oscuro de mi alma podrida en incomprensión.
No miento, las ganas me sobran de romper en conciencia y bañarlos con mi sangre hirviente en ira e irracionalidad. Que esta se les meta por los oídos, narices y boca, llenándolos de mi maldito odio sin cura.
Tal vez yo sea el enfermo que solo logra encerrarse en su cochino odio y escupir palabras malditas sobre papel. Total que? Son las amarras que niegan la expresión, la ley. La impotencia mas explícitamente, la nulidad de mis actos, palabras y escritos. La absoluta nulidad del existir, de mis mediocres actos, palabras y escritos. De mis soluciones falsas, falsas sonrisas. Falacia de expresión.
Todavía no deseo cambiar y aunque lo desease no podría. Mi odio es un animal vivo que recorre mis venas y mi mente ocultándose en mis entrañas. Matarlo a el seria matarme a mi. Matar mis desdichados actos, palabras y escritos.

1 comentario:

Carmín! dijo...

sorbos de olvio.. me gusto jijiji